Este libro merece por lo menos 4 estrellas. Si fueran 3 libros diferentes hubiera repartido 12 estrellas. Y lo castigo con 2, por no haber sabido cortar a tiempo y eliminar páginas y páginas de poesía zumbona.
No hay frase que no refleje un gran trabajo de composición detrás de ella. Cada palabra inspira belleza, ritmo y poesía... magnífico y elogiable, pero demasiado para 524 páginas. Agota.
La historia es enternecedora. El texto, desgranado palabra por palabra, maravillosamente escrito. Pero me ha puesto de los nervios no saber de qué iba la historia: primero parece que será la guerra, luego una historia de amor, luego eternas páginas de infertilidad y enfermedad, ah, no, espera, otra vez la guerra...
También me han exasperado las frases cortas. Belleza breve. Frases sin verbo. Constantemente. Bonito, pero 524 páginas de encender y apagar un motor renqueante, echando cubos de agua helada sobre una lectura que no puede ser agradable.
Y finalmente, otro punto que no ha conseguido engancharme al libro, pero que no puedo asegurar que no sea un problema de traducción: descontrol en los tiempos verbales. Se trata de una historia que va saltando del presente al pasado a través de la voz de la narradora... que utiliza los verbos en presente y en pasado independientemente de en qué momento esté... incluso dentro de una misma frase.
Al leer este libro he estado semanas y semanas en tensión. Abandonándolo y retomándolo. Odiándolo a pesar de reconocer su belleza y admirar lo bien que transmitía lo terrible de una guerra.
Las últimas 50 páginas del libro me han hecho flojear en la decisión: "le voy a dar 4!"... quizás por esto tiene una valoración general tan alta. Y quizás sólo por esto me he visto en la necesidad de avisar a futuros lectores: te encantará, le darás 4 estrellas, pero en el camino lo odiarás.